viernes, 14 de marzo de 2008

Las más bellas bibliotecas, 2

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¿Son todas estas bibliotecas un lugar de estudio, o se han convertido en escenarios tan hermosos como muertos, para ser visitados por turistas que apenas si pueden acercarse a los libros, y ya no digamos tocarlos?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, desde luego, para leer, no vas a este tipo de bibliotecas, porque la mayoría de libros son intocables! Pero, sea como sea, tienen que existir, aunque solo sea por la belleza en sí que tienen.

Magda Díaz Morales dijo...

Eso es totalmente cierto. La Palafoxiana es más un museo que una biblioteca, está para contemplar su belleza. Se comprende que en estas bibliotecas hay libros antiquísimos y muy valiosos, pero sería estupendo que existiera una zona de consulta de libros que sí se pudieran leer. Quizá el espacio no lo permite o el temor al maltrato.

Anónimo dijo...

¡Hola!

El problema es el siguiente:

Si todo el mundo se acerca a la Nacional para pedir que le dejen tocar el CANTAR DE MIO CID, en dos días iba a quedar del manuscrito la fama y el polvo. Evidentemente, algunos libros sólo deberían consultarlos aquellos que lo necesitan por una razón de peso. Ahora bien, ¿es que no tiene derecho todo el mundo a disfrutar de ese momento de curiosidad? Pues sí, pero volvemos a las mismas: nos duraban los manuscritos tres ratos.

Pongamos el siguiente caso:

Imaginemos que alguien quiere cubrirse unos minutos con el Santo Sudario. ¿Le dejamos? ¿No le dejamos? ¿Y si luego se apuntan doscientos millones de cristianos más?

Esas bibliotecas no son vulgares: conservan libros que tienen valor histórico; por lo tanto, tales recintos cumplen una función de almacenamiento. Esos libros no están ahí para ser consultados, sino para ser conservados. Ya no se trata de libros: son testimonios de tiempos pasados y, por lo tanto, deben cuidarse, deben protegerse, lo mejor posible.

Saludos,
R. Hurtado.

Anónimo dijo...

¿Protegerse? (m...)
"Testimonios del pasado" (Jaaa!)

¿Y los vivos qué...?

Lo digo por todos los lectores que queremos acceder a nuevas cosas que no sólo sean los "pocos libros" que nos permiten bajar de Internet. Considero que la tecnología "podría" pasar a ocupar un lugar mucho más importante que las Bibliotecas en ese sentido... (y ojalá así sea, por el bien de muchos)

Generalmente, los libros que quiero leer no existen en las Bilbiotecas de mi provincia, mucho menos en las librerías.

Ayer me desesperé buscando algún libro de Alfredo Núñez Iriarte y no lo encontré. Digo "alguno", porque acá no me puedo dar el lujo de exigir determinado libro.

Sólo debí conformarme con mi búsqueda trunca.

En fin, si los libros siguen allí en esas hermosas bibliotecas, que queden allí. Pero después no se extrañen por qué leemos menos.

Saludos,

Nocturna

Anónimo dijo...

No entiendo a qué viene tu comentario, Nocturna.

Si quieres un libro, acudes a una biblioteca y lo lees. Si no tienes una biblioteca cerca, cosa que me extraña, pues lo compras en una librería. Si no tienes tampoco una librería cerca, pues puedes obtener el libro que tú quieras a través de una librería online.

¿Qué tiene que ver eso con la conservación de un libro antiguo?

Por otra parte, existe algo llamado derechos de autor, que los que escriben no viven del aire. ¿O es que lo queremos todo gratis?

R. Hurtado.

Nocturna dijo...

¿A qué viene?

Simplemente expongo un punto de vista diferente al acceso del que poseen las grandes urbes como las vuestras.

Y pues, lamento no coincidir con vuestra postura respecto a los "derechos de autor", pues pienso que en lo concerniente a educación, deberían existir otro tipo de políticas.

Después de todo, las reglas del juego podrían cambiar...

:)

Un gusto,

Nocturna

Anónimo dijo...

En www.iberlibro.com se venden a muy buen precio varios títulos de Alfredo Núñez Iriarte.

En www.amazon.com, también.

Se pueden consultar todos los libros disponibles (es decir, a la venta) en Iberoamérica entrando en la página web del Centro Regional Para El Fomento Del Libro En América Latina Y El Caribe: www.cerlalc.org (v. Repertorio Rilvi).

Para conocer dónde están todas las bibliotecas públicas de Colombia, sólo hay que acudir a www.senderos.gov.co, el Portal de Bibliotecas Públicas de Colombia.


R. Hurtado.

Fernando Valls dijo...

¡Haya paz entre los príncipes cristianos!, como le gustaba repetir a Ángel Crespo. En fin, ahora la frase sería políticamente incorrecta, lo que es un aliciente más para seguir utilizándola. Os respondo tarde porque he estado de viaje.
Nocturna, Rafael, existen facsímiles de todos estos grandes libros que pueden consultarse sin grandes dificultades y sin que corran peligro los originales. Creo que lo que irrita a Nocturna, y a sus desdoblamientos, es la falta de bibliotecas bien dotadas en numerosas ciudades del mundo hispánico. Pero me temo que eso no lo va a solucionar internet, ni siquiera la biblioteca virtual Cervantes, que sólo nos proporciona un modesto sucedáneo, sino que tendría que hacerlo la política cultural de los gobiernos.
Y gracias, también, a Cris y a Apostillas literarias por sus comentarios.

Anónimo dijo...

Agradezco las palabras de Fernando, pero debo escribir algo como respuesta a Nocturna en relación a un posible cambio de reglas en materia de derechos de autor.

Si los derechos de autor desaparecen, la educación y la cultura desaparecerán con aquellos. Es así de simple.

Cervantes ya se lamentaba de que, gracias a su esfuerzo, todos se enriquecían menos él. Los derechos de autor garantizan hoy que éste, el autor, reciba un justo salario por la obra creada.

De lo contrario, el escritor, el músico o el investigador podrían exigir que el pan fuera gratis, la ropa fuera gratis y el Jaguar en la puerta, también. Eso se llama comunismo, salvo que en los países donde se ha implantado esa pesadilla ácrata no hay libertad para los creadores, no hay pan para los estómagos y la colección de Jaguar sólo la tienen sus corruptos dirigentes.

Dicho eso, también voy a decir lo siguiente: es un atraco a mano armada pedir lo que hoy piden las editoriales por sus libros. ¡¡Y menos mal que yo soy de Letras!! Llevo una larga temporada pensando que podría cursar alguna carrera de Ciencias. Los libros de Medicina son intocables, los de Química están por las nubes, los de Matemáticas... ¿pero alguien estudia matemáticas en este país? ;-)

Bueno, bromas aparte, una cosa es que la sociedad no debería permitir atropellos y otra muy distinta que la gente quiera todo gratis y cometa el atropello con los pobres autores. ¿Por qué el piso cuesta 300000 euros y la gente paga religiosamente, pero después se baja las películas, los libros y la música gratis por internet? ¡¡Si lo más caro es la casa!!

Quiero terminar volviendo a lo que escribí antes: si no respetamos los derechos de autor, las editoriales cerrarán, no existirá distribución editorial, no habrá escritores, no habrá desarrollo cultural y eso sólo les favorece a los tiranos. Por un mundo libre, paguemos lo que queramos comprar y, si no nos llega, exijamos buenas bibliotecas. Y eso, Nocturna, pasa por dejar el e-mule (o páginas similares de descarga gratuita online) y por comenzar a exigir a tus gobernantes una sociedad mejor para ti y para los tuyos. Te lo digo de corazón. Ésa sí que sería una buena revolución, un cambio genial.

Saludos a todos.

Nocturna dijo...

Fernando:
Exactamente, a eso me refería.
Gracias.

Rafael:
No era para tanto. Mis propuestas van un poquito más allá de "las normalidades" de este mundo actual.
Tengo un tío compositor, que vive "económicamente" excelente pero si te comentara las cosas a las que debe "someterse", no lo creerías. Muchas veces "debió ceder" sus propios temas para que figuren como si estuviesen compuestos por simples intérpretes. Conozco muchos modos de "mercados negros", sobre todo cuando hablamos de "derechos de autor".

Disculpen nuevamente, Fernando y Rafael, pero las realidades me superan.

Saludos a ambos.

N.

Fernando Valls dijo...

De acuerdo, Rafael, por lo que se refiere a los derechos de autor. Respecto a la posibilidad de adquirir casi cualquier volumen, a través de Iberlibro, es un procedimiento muy sencillo para un europeo, pero me parece que los precios, sin ser abusivos, son poco asequibles para un lector medio hispanoamericano, y esa es una realidad, Rafael, que no debemos olvidar; y en ello me imagino que también pensaba Nocturna.

Anónimo dijo...

Todo en orden.

Querría añadir una anécdota. Un día, el joven librero de la Juan Rulfo (la librería del F.C.E. en España) me comentaba con pesar que aquí, en Madrid, no vendían como cabría esperar. Me comentaba que el Fondo de Cultura Económica en Hispanoamérica era una máquina de hacer dinero por el enorme volumen de ventas. Decía: "la gente allá lee más. Aquí no leen ni los que dicen leer". Y no le faltaba razón. ¿No os preocupa un país que sigue su día a día con normalidad sabiendo que casi la mitad de su población no lee ni un libro al año? ¿Qué tipo de democracia podemos esperar? ¡¡Cualquier día deciden por mayoría absoluta que ir al colegio es una pérdida de tiempo!!... Y aquí viene la anécdota: Me decía el librero que allá se gastan auténticas fortunas en libros, que compran los libros que nosotros editamos (y que no leemos) al triple de lo que nos costarían a nosotros. Me quedé atónito, pero es la verdad. Basta escribir a cualquier amigo de Hispanoamérica para constatar esa increíble realidad.

Yo me pregunto: si en muchos de los países hispanoamericanos no hay dinero casi para comer, cómo es que invierten unos sesenta euros en comprar un volumen de la colección de clásicos grecolatinos editados por Gredos. Y en mi pregunta hallé la respuesta: sólo a un analfabeto se le ocurre preguntarse algo tan obvio. La respuesta es que necesitan la lectura como la comida, ambas son un bien y una necesidad vitales. Algo así ocurre con el amor o el cine... ¿Recuerdan a Cabrera Infante y su "cine o sardina"? Qué tristes memorias, cuánta injusticia... En los colegios y universidades de España deberían pasar obligatoriamente cintas con anécdotas como ésta. Así no despreciarían la lectura como lo hacen hoy en día. Recuerdo a una joven brillante decirme en un instituto de educación para adultos que la portada de EL QUIJOTE le producía alergia. Ella prefería el circo de "Crónicas marcianas". ¿Cuándo alguien volverá a hacer algo para que la sociedad se dé cuenta de que, cuanto más bajo sea su índice de lectura, a menos cosas bellas podrá aspirar en la vida?

Un saludo,
Rafael Hurtado.