viernes, 3 de julio de 2009

Onetti y Vargas Llosa

....
....
El azar hizo que Juntacadáveres (Alfa, Montevideo, 1964), de Juan Carlos Onetti, y La casa verde (1966), de Mario Vargas Llosa, dos novelas sobre prostíbulos, compitieran por el I Premio Rómulo Gallegos, obteniéndolo en 1967 el narrador peruano. Como tercer finalista aparecía Silvia Bullrich. Por cierto, ambas obras chocaron con la censura española. En el célebre discurso de entrega, titulado "La literatura es fuego", Vargas Llosa alabó la obra del "gran Onetti, a quien América Latina no ha dado aún el reconocimiento que merece". Y aunque siempre se respetaron, Onetti le reprochó, en entrevistas públicas, que optara a la presidencia peruana, algo que le parecía un mero capricho. A menudo cáustico, hizo célebre aquella broma -se lo cuenta a Ramón Chao, cuyo libro tanto se ha fusilado estos días, sin citarlo- de que había tenido una dentadura magnífica, pero que se la regaló a Vargas Llosa... Onetti reconoció siempre que La casa verde era una obra superior a la suya, aunque le quitó hierro al asunto recordado que el prostíbulo de Vargas Llosa era verde y tenía orquesta y el suyo, no... No menos célebre es la distinción que estableció Onetti entre las distintas maneras de encarar la creación literaria: la del peruano como marido fiel y constante, mientras que la del uruguayo era la del amante... Quizá la última vuelta de tuerca, y probablemente la definitiva, sea el libro que Mario Vargas Llosa, uno de los grandes críticos literarios en castellano, le ha dedicado recientemente a Onetti, en el que afirma que La vida breve (1950) es la primera novela moderna en lengua española, puesto que su autor se anticipa en aplicar la revolución formal que se produjo en el narrativa a comienzos del siglo XX, con Proust, Joyce, Kafka, Thomas Mann y Faulkner, y que sus cuentos, entre los que destaca "El infierno tan temido", según él "una obra maestra absoluta", están a la altura de los de Borges o Juan Rulfo.
No me gustaría concluir sin recordar el minirretrato que trazó Alfredo Bryce Echenique de Juan Carlos Onetti: "un tipo simpatiquísimo, un `compadrito´ -le escribe a Vargas Llosa- al que se le ha cruzado Faulkner, Céline, mezclados con un desaliento de milonga". Pues, eso.
.....
.....
* En la foto aparecen, de izqda. a dcha., Mario Vargas Llosa, Patricia, su mujer, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, el crítico Emir Rodríguez Monegal y Pablo Neruda, en Nueva York, 1966, durante el Congreso del PEN Club. La foto es de Matilde Urrutia, esposa de Neruda. La presencia de los escritores latinoamericanos (también asistieron Victoria Ocampo, Nicanor Parra, Guimaraes Rosa y Haroldo de Campos, entre otros muchos), fue muy criticada por los castristas cubanos, sobre todo la del poeta chileno, quienes fueron acusados de venderse al imperialismo americano. ¡Qué tiempos aquellos, en blanco y negro!
...

No hay comentarios: