miércoles, 30 de marzo de 2011

Lorca: la deconstrucción de una imagen

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..... Casi trescientos artistas le rinden homenaje a Lorca en una exposición que puede verse en la oficina de correos del palacio de Telecomunicaciones de Madrid, con motivo del setenta y cinco aniversario de su muerte. Entre ellos se encuentran Tàpies, Pérez Villalta, Úrculo, Barjola, Albacete, Bellver, Canogar, Feito, Genovés, Gordillo, Cristina García Rodero, García Alix o Isabel Muñoz. Se trataba de retocar la imagen del poeta y dramaturgo en 288 postales que han servido como soporte. El título de la muestra, ideada por Agustín de Julián, es lo único que resulta poco afortunado: Ciento y... postalicas a: Federico García Lorca. Tampoco resulta fácil dar con la sala, pero una vez que se llega a ella todo son satisfacciones. Hubo un tiempo, no tan lejano, en que los viajeros enviaban postales con la imagen de una ciudad y sus breves impresiones. Aquí, los artistas juegan, retocan, trocean o recomponen la imagen del escritor, como una manera de comprenderlo, interpretarlo, matizarlo o mostranos una nueva visión de su efigie. Todos estos Lorcas posibles, que vienen agigantándose con el paso del tiempo, son uno. Se trata, cada vez resulta más claro apreciarlo, de un escritor que ha logrado sobreponerse al personaje asesinado por el franquismo para convertirse parece que definitivamente en el extraordinario y complejo autor que siempre fue y que cada vez se nos presenta como más sutil y profundo.

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2 comentarios:

Citopensis dijo...

Pues tendremos que ir...

Un saludo, Alberto.

Miguel A. Zapata dijo...

La imagen de Federico, esos ojos que vienen de o van a algún trasmundo sirven maravillosamente al juego intratextual, a la trasmutación, como su poesía o las atmósferas de su teatro. Aún, cuando visito a mis padres, que viven muy cerquita de la Huerta de San vicente, me dejo guiar por las estancias de esa casa donde respiró, miro su piano, aspiro el olor ya huero de su dormitorio, imagino todos los Federicos que se movieron por entre esas cuatro paredes. Y parece que está ahí, que están ahí, aún.